La Estancia

El entorno:


Moulay Bousselham es un encantador pueblo de pescadores al norte de Kenitra, a 80 km de Assilah, a hora y media en coche desde Tanger por la autopista y poco más de una hora de distancia de los aeropuertos de Tánger y Rabat. 




Al sur está el Merdja Zerga (la laguna Azul) separada del Atlántico por un viejo ecosistema de dunas y un canal estrecho desde dónde uno puede divertirse mirando cómo los pescadores compiten por ser los primeros en vender la pesca a la gente que espera sobre la playa.



El centro de ciudad comprende una calle larga que se termina en el mar. Hay muchos restaurantes y cafeterías donde uno puede pasar el rato bebiendo el típico té de menta. Detrás de la calle está el mercado, donde se puede comprar carne, pescado y verduras así como paños, el equipo de pesca, enseres del hogar... Las tiendas son diminutas, pero llenas de artículos de necesidades básicas.


Hay dos bancos, ambos con cajeros automáticos.

Las playas son fantásticas, apoyadas por rocas y dunas de arena,  largas pendientes de arena de oro en contraste con las aguas claras del Océano Atlántico. Hay un montón de charcos entre las rocas naturales, proporcionando pequeñas piscinas para la natación tranquila para los que a no les gustan las olas. Los charcos entre las rocas también proporcionan una gran área para la pesca de lanza y la pesca. 



Más abajo de estas piscinas naturales, las corrientes Atlánticas proporcionan grandes y perfectas olas que causan el deleite de surfistas tanto locales como europeos que cada vez bajan por mayor asiduidad a las costas marroquís para disfrutar de sus estupendas condiciones de surf.


El alojamiento:


Nos alojaremos en una coqueta casa a pie de playa, a escasos metros de la rompiente dónde daremos las clases, cuenta con maravillosas vistas, y en entorno tranquilo.




Posee un jardin integrado con la arena de la playa y equipada con barbacoa. Si el tiempo nos lo permite, disfrutaremos de una zona de esparcimiento con hamacas donde podremos contemplar una maravillosa puesta de sol.




Anexo al jardin, tendremos a nuestra disposicion un espacio para relajarnos, escuchar musica, reunirnos, jugar al billar, a los dardos o simplemente charlar. Será nuestro gran espacio común!!!!!




La casa se compone de dos apartamentos anexos y un apartamento en la terraza. Los tres con cocina, baño y salón.  



La comida:

Los días que estemos alojados allí una cocinera marroquí se encargará de cocinarnos tanto platos típicos marroquís, como el cus cus, como algunas especialidades locales como la madosha, a base de fideos hechos de pan (¡no podrás probarlo en otro lugar!) así como un abundante y copioso desayuno bañado con mucho té de menta ;-)


Hemos probado varias comidas con ellas, y os aseguramos que no podreis dejar de comer!!! DELICIOSO!!! No se trata de la tipica comida de restaurante, sino que tendremos el privilegio que nos cocinen como para su propia familia.